El telón se levantó, las luces se encendieron, y durante el Brisk Festival de este año, la audiencia amante del teatro latinoamericano fue testigo de un verdadero espectáculo de creatividad y talento. En el corazón de este evento se encontraban las obras teatrales breves de diez minutos, cada una una joya en sí misma, pero algunas destacaron de manera sobresaliente.
Azucena Durán y Corina Vela
Azucena Durán
“De Arena y Agua”: Escrita por Bernat Molina, dirigida por Jessica Silvetti y actuada por Azucena Durán y Corina Vela, esta obra hizo que el público se sumergiera en un drama intenso. La historia de una actriz que reflexiona tardíamente sobre sus prioridades en la vida conmovió a todos. Lo notable es que esta obra fue una experiencia completa en tan solo diez minutos, desentrañando respuestas profundas que normalmente requerirían horas de teatro. Azucena Durán y Corina Vela se entregaron apasionadamente a sus roles, y Jessica Silvetti empleó elementos como una caja de arena y fotos de recuerdos para llevar a la protagonista a una confrontación con sus decisiones egoístas, al mismo tiempo que invitaba a la audiencia a reflexionar sobre sus propias elecciones.
“El Huevo”: Dirigida por Ezequiel Tronconi, escrita por Nuria Angles e interpretada por Naue Souto y Costanza Espejo, esta obra destacó por varias razones. Naue Souto brilló en su papel de expositor de arte moderno, con un lenguaje corporal y verbal impecables, un ritmo perfecto y un toque de humor reflexivo. La química entre Souto y Espejo fue innegable, y el libreto estaba cuidadosamente escrito. Aunque el tema no era enteramente novedoso, la combinación de actuación, dirección y escenografía le dio un giro fresco al arte contemporáneo, llevando a los espectadores a cuestionar la frontera entre lo cotidiano y lo artístico.
“Amor (Dis)connect”: Esta obra, que inauguró la velada teatral en español, demostró el arte de la producción en su máxima expresión. Aunque el libreto era simple y los diálogos escasos, la obra fue accesible para una audiencia variada, incluyendo a aquellos que no hablaban español. La pareja de actores, Humberto Amor y Andrea Ramírez-Martínez, quien también escribió y dirigió la pieza, interactuaron con cuatro reflectores que proyectaban imágenes futuristas en pantallas separadas. El vestuario, los accesorios y la iluminación transportaron al público a un mundo futurista desde el primer momento, convirtiendo esta obra en un emocionante número de apertura.
“Flexisexual”: Aunque el título podría parecer controversial, esta obra demostró ser una sorpresa agradable. Escrita por Josep Maria Miró, dirigida por Kevi Cass y actuada por Lauchi Olivier y Andres Simonian, ofreció una crítica divertida y profunda sobre las contradicciones de los lenguajes inclusivos. A pesar de que el tema podría recordar a los stand-ups de comedia, la ejecución fue excepcional. Dos personajes, uno que se autodenomina negro y otro en avanzado estado de gestación, llevaron al público a una inteligente y entretenida reflexión sobre la hipocresía.
El Brisk Festival 2023 fue una celebración del teatro latinoamericano en su máxima expresión. Estas obras breves brillaron con luz propia y demostraron el talento inmenso de los artistas involucrados. Bravo Christian Rodrigo, fundador, director y productor del evento por unir un cuadro fabuloso de colaboradores y artistas quienes en conjunto nos regalaron momentos teatrales inolvidables en tan solo diez minutos.
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